Los mejores amigos vienen en forma de perro

Los mejores amigos vienen en forma de perro

Cada día tiene un distintivo del anterior, depende de la perspectiva con la que despertemos, así será de trascendental. Este pensamiento cobra vida en el taller de Manzzo. Una mañana como cualquiera nos encontramos con una escena grafica en las puertas del establecimiento, vemos en el suelo a un indefenso perro lesionado de una extremidad.

Los buenos amigos nos escogen, lo difícil es saber identificarlos. Esa mañana un compañero venía en forma de perro, que lo único que pedía era nuestra aceptación para poder vivir. Es muy difícil resistir a un alma tan pura que necesita ayuda inmediata. Sin pensarlo, lo trasladamos al centro veterinario más cercano en la ciudad de Santa Ana. Su estado era muy complicado, fractura de la pata derecha trasera. No sabíamos cuanto tiempo había pasado sin atención médica, eso hacía del pronostico una tortura. En pocas horas el can fue desinfectado e inmovilizado. El médico decidió someterlo a un tratamiento de antibióticos para evitar que sus heridas fueran infectadas con bacterias.

Los primeros días de recuperación fueron dolorosos para Manzzito. Para el equipo era duro ver a una criatura sumergida en tal problema. Fue una semana en la que todo el equipo le puso atención a este perrito. Entre dar de comer, beber y curar sus heridas nuestro tiempo fue consumido para demostrar que el ser humano se preocupa por los animales y que, por cada agresor, hay miles con buenas intenciones.

Los días duros pasaron en el taller, todos vivimos su recuperación. Aquella semana un ser de cuatro patas nos enseñó al equipo que el altruismo no es solo con los cercanos, es una vocación que la podemos ejercer en cualquier ser vivo. Unió aun más a un equipo y nos dio una identidad, un orgullo sano que ahora llevamos por delante. Manzzito recibió una segunda oportunidad y nosotros ganamos a un compañero.

Los que tenemos perros sabemos de su inteligencia y de su capacidad para derrochar agradecimiento sin cansancio. Es increíble la fidelidad que nos devuelve con tan pequeño gesto. Más que casualidad, todos creemos que un alma nos ha escogido para cambiar nuestros paradigmas y no solo para ser el protector de nuestro taller, sino nuestra integridad como personas. Y es que los perros son claros en su única misión: ser los ángeles guardianes de su amo. Probablemente no lo entendamos en su totalidad, pero esta es la razón por la que el perro es y será por siempre el mejor amigo del hombre.

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